Entrenamiento a Maximus(armadura de piscis)

En las Tierras Elficas de Nibbilheim una tarde de primavera, bajo una lluvia que no mojaba, dio a luz un niño llamado por sus padres, como “Maximus Battlehammer”, hijo de la Princesa Elfica, “Artemis Comecorazones” y el Guerrero Humano de la mejor sangre, “Steller Battlehammer”, criado en un Clan de Enanos llamado “Battlehammer”

El líder del Clan “Battlehammer”, llamado Bruenor Battlehammer, era un enano que crió a Maximus como un Herrero. Tras años de forja, el joven semielfo, se hizo con bastante fuerza física, pero aun no conocía la cósmica. Cosa que su padre Steller, si conocía. Tras haber llegado a sus doce años de edad, Maximus creó su primera espada la cual aun conserva envainada consigo. Desde ese día nada sería igual, debido a que viviría con su padre un duro entrenamiento, ya casi no pudiendo vivir con su madre.

Entrenó con su padre en los bosques, durante seis años nada mas descansando cuando caía la noche, su fuerza cósmica había sido desarrollada apenas un poco. Sobreviviendo en el verde bosque, aprendió mucho sobre lo que la naturaleza podía entregarle, haciéndose casi una con ella. Su padre fino guerrero, le enseñó su arte con la espada y lo crió como un guerrero hecho y derecho.

A los dieciocho años de edad, ya estaba convertido en un guerrero de pura sangre. Y su padre le dio el permiso de volver a la Ciudad elfica, pero eso ya no le atraía a Maximus. Le atraía más el bosque, la naturaleza y toda libertad que fuera considerada. No quería vivir encerrado en el Castillo de la Nobleza, siendo que el era un Príncipe.

Aun así volvió para saludarla a su Madre, debido a que no la veía hacia seis años. Cuando lo hizo, su madre se puso contenta pero Maximus confesó a su madre, que lo de él era la naturaleza, con mucho orgullo la elfa lo aceptó como algo digno y lo dejó vivir entre la natura, debido a que los Elfos para ellos es algo hermoso.

Vivió por cinco años ahí siendo visitado de vez en cuando por sus padres, el alma pura de Maximus había crecido sin duda alguna y ahora era un digno guerrero. La fusión con la naturaleza lo había hecho un hombre casi pacifico. Su padre orgulloso le dijo que podría seguir entrenando, incluso aun superándose si iba al Santuario de Atenea.

Con mucha decisión, Maximus decidió emprender ese viaje recomendado por su padre. Se despidió el gran Forjador y líder del Clan, Bruenor Battlehammer que lo había iniciado como guerrero y lo había llevado a crear su espada. El enano, tan solo se despidió con un saludo frío y gruñendo, deseándole suerte a aquel que vio crecer.

Tras despedirse del bosque que lo vio crecer, también lo hizo de sus padres y con su Espada en mano, Bruenor le regaló una hermosa vaina decorada con bellos adornos de oro puro. En la cual envainó su sable, su padre le regaló un anillo del Clan Battlehammer y su madre le regaló un Colgante Elfico, con eso partió directo hacia el Santuario, a pulirse como un guerrero al fin.